Una partida de ajedrez

Una partida de ajedrez.

Antes de iniciar el relato de cosecha propia debo comentar que se me ocurrió con la efervescente edad de 17 años, en aquel entonces era un devorador de libros de H.P. Lovercraft´s y su influencia se denota en el relato.

El colocar relatos propios en el blog no ha sido idea mía, si no de mi estimable amigo Lost Boy el que dejo un gran relato en su blog Fear Of The Dark, titulado "desde la ventana", les recomiendo que visiten su pagina (muy recomendable) y  pierdan un breve tiempo en su lectura y  les aseguro que disfrutaran con el, sobretodo si son asiduos visitantes de panteones o criptas, je,je…

Fuera bromas es un gran relato y desde aquí le animo a que siga deleitándonos con más.

Por mi parte comentarles que hace tiempo que deje secar el tintero y la pluma cruje demasiado cuando la cojo, no obstante si ustedes lo ven correcto y me animan a ello pondré aquellos que en la plenitud de mi juventud escribí y  atesoro en un cajón del trastero, dicho esto inauguro en este humilde blog el primer relato que con mi bolígrafo de 8 colores y bajo la inspiración y tutela de Lovercraf´s cree  una tarde de tormenta a la luz de las velas (se fue la corriente y con ella la posibilidad de ver la peli que había alquilado en VHS para esa noche “los chicos del maíz”).

Hoy moriré. No se por que escribo este manuscrito, posiblemente por la desesperación o para avisar  del horror que se oculta en nuestra curiosidad por lo desconocido o por aquellos sueños pesadillas de la  razón que poco a poco impregnan nuestra alma despertándonos llenos de sudor.

Ahora estoy sentado frente a la ventana viendo como la luz va hacia el ocaso, eso me indica que debo apresurarme pues me queda poco tiempo de vida y poco para relatar como mis acciones me introdujeron en esta situación.

Todo comenzó comprando aquel viejo y polvoriento libro de ocasión, las tapas de piel supuraban olor a humedad y sus primeras hojas tenían el color tipico amarillento del papel viejo y desgastado, mi atención se fijo en la edición del libro que todavía era emparte legible aunque seguro que era un error de impresión pues databa del 1300 a. c., estaba escrito en varias lenguas algunas eran galimatías para mi y la única reconocible era el latin.con cierto aire de indiferencia camuflada le pregunte al vendedor el precio del libro, su respuesta me dejo alegremente sorprendido, como buen cazador de libros pagué la suma irrisoria del ejemplar y me dirigí hacia mi casa.

Una vez allí en la mesita del salón comencé ha examinar el tesoro rescatado.

Gracias ha que las letras siempre me habían fascinado y se me daba bien, el texto en latín no fue un obstáculo para averiguar el contexto, este hablaba de sortilegios y  encantamientos entre ello hubo uno que me llamo la atención, este hablaba de un ser arcano y oscuro que tras ser invocado correctamente te retaba a una partida de ajedrez y si salías ganador de la contienda seria recompensado con grandes riquezas y poder, tras este curioso y divertido relato estaba el conjuro de invocación.

En un arranque de curiosidad insana realice la inconciente acción que me costaría la vida… o algo más.

De joven una de las aficiones  que había heredado de mi padre fue el ajedrez, juego que no se me daba nada mal y del que había sido campeón de algunos torneos nacionales e internacionales quedando en semi profesional sin llegar a más.

El conjuro era relativamente sencillo se trataba de dejar un ajedrez preparado en medio de una mesa con dos sillas enfrentadas y a los lados dos del tablero dos velas encendidas, no debía haber nada mas en la mesa  y se tenia que recitar tres veces un cántico en latín el cual vocee con voz grabe y cara de risa, tras no ver ni humo ni oler azufre y ninguna aparición, me imagine al autor del libro partiéndose (si le quedaba algo por partir) de risa en su nicho y añadiendo otra de las múltiples muescas en su ataúd de los pardillos como yo que habrían realizado la misma acción durante décadas. Con esa sensación de payaso me dirigí al dormitorio y descanse mis huesos en mi mullido colchón.

No tarde nada en conciliar el sueño (cosa rara en mi), tendría que ser medianoche cuando sentí un extraño impulso que me hizo levantarme y dirigirme al salón allí entre las velas encendidas el tablero presentaba las piezas colocadas meticulosamente y en la silla de las blancas había una extraña sombra semejante a un monje de alguna  abadía olvidada por el tiempo este me indico con un leve gesto que me sentara y sin saber como por otro impulso me encontré sentado al otro extremo del tablero con las piezas negras.

Ante esta situación surrealista que mas parecía un sueño que otra cosa solo se me ocurrió una simple pregunta.

-quien eres?

Su respuesta erizo todo el cabello de mi cuerpo.

-Tú me has llamado, ahora juega.

Y es así como se avecina inexorablemente mi muerte, aunque la otra noche intente no dormir tomando excitantes siempre llega el y la maldita partida.

¡Que iluso fui, al creer en la posibilidad de victoria!

El ha jugado durante siglos o milenios recogiendo el fruto de sus victorias, cuantos desdichados habrán sucumbido a su juego, se anticipa  a todos  los movimientos que se me ocurren, se anticipa a todas mis jugadas y solo me queda alargar la agónica defensa del rey que cada vez es mas precaria.
han sido cuatro angustiosas noches que al despuntar el alba pondera la partida y un extraño y sobrenatural sueño me impide marcharme del lugar, sueños plagados de pesadillas y lamentos de multitud de almas en pena con antiguas y carcomidas vestimentas de diferentes épocas y naciones,  me horrorizo el pensar que acabare en este extraño limbo arrastrando mi angustioso lamento y viendo el  horror de serés arcanos he innombrable.
me siento cansado ayer ya se decanto la partida claramente a su favor, y hoy no creo que tenga ninguna posibilidad para evitar la derrota.

Bien, pregunto el policía, me contara que es lo que escucho?

- Si… Si señor ha sido horrible… ese grito de angustia desgarrador me ha despertado de golpe, sabia que había pasado algo horroroso! Y después aquello...

- el que?, increpo el policía

-Es… una locura agente pero le aseguro que lo escuche claro y muy nítido después del grito de mi vecino…esa voz…

-La del criminal! (No se pudo contener el polizonte) ¿Qué dijo?

-No era una voz normal agente era una voz vacía, muerta… pero estoy seguro de lo que dijo, aunque parezca una locura dijo…  dijo… JAQUE MATE.

By Tallman