domingo, 11 de diciembre de 2011

Drive




Drive
James Sallis
RBA
Primera edición Enero de  2009

Sinopsis/comentario Drive es un tipo solitario, que arriesga diariamente el pellejo entre papeles como especialista en la industria del cine y “trabajos” eventuales donde hace gala de sus dotes al volante, solo eso el volante de lo demás no quiere saber nada…una vecina y su hijo pequeño le harán replantearse algunas de sus normas,  aceptando un trabajo fácil que bien le podría costar la vida…



Tras su visionado en Sitges, Drive me dejo un agradable sensación, como un buen Merlot que deja ese buen sabor en el paladar, por lo tanto me puse manos a la obra para profundizar mas en la historia y descubrir la esencia de la idea adquiriendo la novela.
Esta es una pequeña obra maestra de la novela negra americana, digo pequeña porque esta no pasa de las 156 páginas, pero como dice el refrán:
-         En frasco pequeño están las mejores confituras.
Y no queda lugar a dudas que es totalmente cierto.
Con esta gran novela nos adentramos en el mundo visto a trabes por Drive, sus ideas, sus vivencias y su historia quedan mucho mas definidas y dejan claramente la imagen del personaje, profesional, frío, duro y humano en muchos detalles, parco en palabras y de decisiones bien razonadas, consciente de que sus acciones generan reacciones y que algunas de ellas no se pueden corregir de buenas maneras dando con certeza, que cuando juegas con tiburones estas dispuesto a ser presa o cazador y que es el segundo termino es el mas aconsejable.



Mas peligroso que los propios matones (meros títeres una vez dispuestos a ajustar cuentas por las malas y rechazar la solución lógica y razonada que les propone Drive).
Pasando este de ser un excelente conductor a un eficiente verdugo profesional.



La novela varía bastante del film y nos deja un sabor más agrio y duro, típico de las novelas negras americanas que demuestran con maestría que siguen siendo dentro del género un referente a seguir con autores como James Sallis.
Os sugiero que la leáis, pues estoy seguro que no os defraudara.
By Tallman