Dresde y los Bombardeos
Británicos sobre Alemania
Frank Musgrove
Edición Agosto 2005
AF Editores
Sinopsis/comentario Esta
es la historia de la iniciación a la guerra de un joven en 1941 y culmina con
su participación en el bombardeo de Dresde en febrero de 1945.
Este libro no es una
narración belicista de las experiencias de vuelo en el seno del Mando de
Bombardero ni tampoco golpes en el pecho de una confesión de culpabilidad.
Estas memorias toman
cuerpo en forma de un relato básico de la carrera del autor en la RAF y prestan particular
atención al miedo, la moral y como explica el autor, al mito del liderazgo.
Se describen con detalles
varios bombardeos que ilustran la variedad de las experiencias, problemas y
peligros que implican tan azarosa forma de lucha.
L a verdad es que este
libro me ha sorprendido gratamente, acostumbrado a leer la historia de la
segunda guerra mundial es el primer libro que me he encontrado que explica con
transparencia como era la vida de una tripulación de un bombardero.
La tripulación esta compuesta por el piloto,
copiloto-mecánico (realiza las dos funciones), artillero de cola, artillero
dorsal, bombardero, radiotelegrafista y el navegante (este es el puesto de
Frank) de este ultimo es la responsabilidad de la navegación, ruta y localización
del objetivo, hay que pensar que en aquella época los medios eran muy rupestres
y se tenían que hacer cálculos de derrota y viento sobre un plano de navegación
tomando referencias y calculando las distancias si era necesario con sextante
por la cúpula superior para el navegante, haceros a la idea que casi todos los
bombardeos eran nocturnos sin luces y sin comunicación radiada.
Los errores de cálculo se
pagaban caros, ejemplo el bombardeo a Leipzing de diciembre de 1943 ilustra
bien las trágicas consecuencias del error en el cálculo del viento.
Mas de 500 Halifax y
Lancaster realizaron un ataque con éxito a fabricas de aviones, solo se
perdieron en el ataque 4 bombarderos, fue en el vuelo de regreso por un fallo
del pronostico meteorológico donde se indico un viento de 30 millas (la medición
correcta era de 60 millas )
esto había equivocado a los navegantes en su trazado de ruta con un error de 20 millas enviándolos directos a la artillería
antiaérea pesada de Frankfurt, con resultados desastrosos, la vuelta con esos
errores costaron mas muertes de aviadores en esa salida que las que hubo a lo
largo de toda la batalla de Inglaterra.
Contando que el
bombardero no es un aparato rápido y maniobrable, eran un pato de feria para la Lufwaffe sus temidos
cazas Messerchmitt BF109 eran el terror de los tripulantes de los bombarderos dado que la potencia de
fuego de sus artilleros era altamente ineficaz o nula contra los alemanes,
incluso a veces el artillero no disparaba para no llamar la atención del caza y
así tener probabilidades de no ser escogido por este.
Desde Septiembre de 1943
se registraron perdidas de 3650 Bombarderos en misiones sobre Europa y 712 se
estrellaron en Inglaterra, los meses de Enero a Abril de 1945 se perdieron 600
bombarderos en Europa y 232 en Inglaterra, con cifras así estas tripulaciones
están a la altura de las míticas tripulaciones de los submarinos en su
sacrificio y tesón con nervios de acero.
Desde el inicio del
entrenamiento estas tripulaciones ya se ponían en peligro solo se debe mirar
los accidentes en vuelos de entrenamiento que costaron 10.000 vidas.
Los conocimientos
técnicos de una tripulación eran elevados, el piloto, el mecánico-copiloto y el
corazón del bombardero su navegante con nociones elevadas de calculo, analizando
todo para cumplir la misión como para volver sanos y salvos.
Treinta misiones de
Bombardero pesado de primera línea era el periodo de servicio para todas las
tripulaciones, dando esperanzas de sobrevivir razonables.
En cuanto al mando nadie
les mandaba en el aire y raramente en tierra.
Eran núcleos cerrados que
operaban según los objetivos, una vez en el aire allí en medio del fuego antiaéreo, focos y cazas
enemigos poco se podía mandar, todos estaban concentrados en lanzar carga y volver
a base.
No se mantenían
formaciones y rara vez había algún bombardero líder.
Como su autonomía era
larga no contaban con escolta para cubrirlos, estaban solos ante el enemigo y
la misión.
En fin un gran libro que
merece la pena ser leído y te enseña una de las ramas de la guerra menos
contadas de forma escrita.
By Tallman.
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