El Descenso
Jeff Long
Grijalbo Mondadori
Primera edición 1998
Sinopsis/comentario: En
algo todos estaban de acuerdo: El señor del inframundo era siempre masculino…
El jefe abisal no debía
ser un estupido, al contrario: su fama de artero, de ser capaz de disfrazarse,
de inventar y de cerrar acuerdos favorables para el le mostraban como un genio
real y capaz de moverse entre las distintas culturas.
Tenía el instinto
comercial de un mercader de sal, el valor de quien se atreve a atravesar el
Ártico en solitario.
Era un viajero entre los
hombres, capaz de conversar en las lenguas humanas.
Un estudioso del poder,
alguien capaz de mezclarse entre los humanos sin llamar la atención, un
aventurero que explora al azar o para su beneficio…
Su habilidad para el
anonimato era un arte: Sin embargo, no era infalible.
Nunca había sido
atrapado, pero si se le había visto.
Nadie conocía su aspecto,
lo que quería decir que no se mostraba dos veces como la gente esperaba.
Probablemente no tenía
cuernos rojos ni pezuñas ni cola terminada en tridente.
Podía ser grotesco o
animalesco a veces, seductor, voluptuosos, incluso bello en otras ocasiones.
Eso simplemente
manifestaba su capacidad para disfrazarse, o la ayuda de lugartenientes o espías.
O la existencia de un
linaje de Satán.
Todas las civilizaciones
han creído a lo largo de la historia en la existencia de un mundo subterráneo,
al que nosotros conocemos como el infierno y en el que criaturas salvajes
dirigidas por Satán torturan a los infelices humanos que han sido condenados.
Hoy en día lo
consideramos simplemente un fruto de la imaginación humana destinado a
asustarnos; pero algo esta pasando, algo común a distintos lugares del mundo,
que impulsa a creer que el infierno existe realmente.
Como se explica sino lo
que sucede cuando una expedición al Himalaya se refugia en una cueva por culpa
de una tormenta y descubre un cadáver crucificado cuyo cuerpo salvajemente
mutilado y torturado esta lleno de mensajes de adoración al diablo…
O que Ali una monja
misionera al sur de África destinada en una aldea de leprosos se le revele que
los indígenas mantienen contacto directo con la bestia a la que ofrecen
sacrificios humanos…
O que en una fosa común
en Bosnia un curtido soldado
norteamericano afirme haber sido rodeado por una multitud de extraños seres
apenas humanos que han arrancado los ojos y un brazo de uno de sus compañeros…
Todo ello al mismo tiempo
que en Java alguien o algo, demostrando una fuerza sobrehumana, ha matado a un
hombre y ha arrancado de una escultura la efigie que representaba a Satán.
En pleno inicio del
tercer milenio la humanidad tendrá que enfrentarse a un enemigo cuya existencia
eran leyendas o mitos casi olvidados.
Un enemigo cruel y
poderoso que habita justo debajo de nuestros pies, oculto en un mundo de intrincados
túneles en el que a los humanos a los que se permite sobrevivir son convertidos
en esclavos.
Era inevitable que a
pesar del horror y los problemas alguien pensara en la explotación comercial de
los abismos.
Alguien lo
suficientemente poderosos para organizar una expedición científica hacia lo
desconocido, para elaborar un mapa del infierno.
Tan abajo como para llegar a
las gradas del trono de Satán…
Excelente lectura para
este verano, no os defraudara.
By Tallman
Interesante, mirare de hacerme con ella.
ResponderEliminarlas imágenes tienen derechos de autor?
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