“Me siento indignada y
ultrajada, es una película rechazable para el intelecto y repugnante para los
sentidos”. Asi lo comentaba la columnista Nina Hibbin desde las páginas del
Daily Woker, refiriéndose al multitudinario estreno de Drácula, aquel veintidós
de mayo de 1958.
La pantalla del Gaumont
Theatre en pleno corazón de Londres mostraba al mundo lo que hasta entonces el
cine de terror había dulcificado amparándose en el blanco y negro, e insinuado
mediante sugerentes poses y juegos de cámaras, esta vez la sangre teñia la
pantalla de rojo.
La televisión de la época
enseñaba las largas colas frente a la taquilla para después recoger mas tarde
las reacciones de un publico.
Un publico turbado,
estremecido y a veces entusiasmado de
los horrores en brillante technicolor y
lo que significaba mas allá del hecho cinematográfico, La fractura producida a
la rígida moral victoriana y lo que es peor el epicentro de la conspiración
para tremendo horror anidaba en el mismo suelo británico: Una modesta
productora llamada Hammer Film Productions…La Hammer ya estaba haciendo historia.
Descendiente de una
familia de renombrados joyeros afincados en Londres desde 1856, William Hinds había
cambiado las alhajas y las piedras preciosas por los escenarios del music hall,
como miembro del duo comico Hammer & Smith, nombre que se inspiraba en su
localidad de residencia Hammersmith.
Su espíritu emprendedor
le impulso a involucrarse en todo tipo de negocios, asi en noviembre de 1934 funda
la productora Hammer Productions ubicando sus oficinas en una mansión de Regent
Street.
Hinds busco un efecto
contundente para la cabecera de sus films contratando al entonces celebre
boxeador Billy Wells, apodado el bombardero y le filmo ataviado como un
sudoroso herrero atizando un yunque con su martillo, mas efectivo imposible.
Pero casi treinta años
antes en 1907, un español llegaba a Gran Bretaña con el animo de hacer fortuna Acompañado
de su mujer Dolores y su hermano Alfonso el inmigrante gallego Enrique Carreras
se volcaría en diversos negocios, invariablemente ruinoso sin ver quebrantado
su espíritu de lucha, por fin en 1913 adquieren ambos hermanos un destartalado
teatro de music hall, nada menos que en Hammersmith.
Su visionario plan
consiste en reformar el edificio y convertirlo en dos salas de cine contiguas,
aprovechando el empuje que el cinematógrafo experimenta en aquellos años
pioneros.
Nace así la cadena de
exhibición Blue Halls, que en poco tiempo alcanza ya las siete salas.
Es hay cuando la
providencia interviene y Enrique conoce a William Hinds, quien entonces
precisaba distribuir sus películas en suelo británico, de este modo se asocian
en 1953 fundando la distribuidora
Exclusive Films, siendo su inicial cometido estrenar el primer largometraje
de Hammer Productions, “The Mystery of Mary Celeste”(1935), un film de suspense
protagonizado por el mismo Bela Lugosi.
Paradójicamente la
actividad de la productora va languideciendo a la par que las labores de
distribución crecen de manera considerable y por fin, Hammer Productions pasa a
mejor vida un par de años después.
El futuro parece ser la
distribución de películas ajenas, que afínales de los años treinta incorporan
en plantilla a sus propios hijos.
Por aquel entonces la ley
británica obliga a cubrir una cuota de pantalla con celuloide patrio,
intentando así paliar la excesiva presencia de cine norteamericano, este echo
resucita la producción fundando en 1949 la Hammer Films Productions.
Los patriarcas Enrique y
William, dejan a sus retoños las riendas del día a día, el equipo formado por
James Carreras y Anthony Hinds funciona a la perfección, el primero es un
negociante nato, hábil, persuasivo y rudo si la situación lo requiere, el
segundo es encantador simpático y es la parte creativa del dúo.
Son un Tandem cuyas
piezas ruedan con la precisión de un reloj Suizo.
Siempre observando el
principio de austeridad económica la
Hammer obtiene un prioritario acuerdo con los veteranos
estudios universal en virtud del cual el gigante americano cede a la firma
inglesa los derechos de adaptación de sus monstruos clásicos:
Frankenstein, Drácula, La
momia, el hombre lobo.
Los magníficos Guiones de
Jimmy Sangster, la musica de James Bernard, los decorados de Bernard Robinson,
la fotografia de Jack Asher y Arthur Grant, los maquilladores Roy Ashton y Phil
Leakey el director estrella de la casa Terence Fisher y sus dos actores mas
emblemáticos que pronto seran autenticas leyendas de la pantalla, Peter Cushing y Christopher Lee, son las
armas para que la Hammer
cree historia.
A si que al film de “La
maldición de Frankenstein”, le siguió por pura logica el rodaje de “Drácula” en
1958, su filmacion seria una de las mas confidenciales de la Hammer, ya que incluso se prohibió
a quienes visitasen los estudios realizar fotografías de Christopher Lee, para
salvaguardar asi el impacto de su presencia en el Film.
Lo que aconteció después
de su estreno ya es historia.
By Tallman.